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SHA Magazine Nutrición saludable
Originario de las zonas tropicales y subtropicales de África oriental y utilizado allí como alimento básico de la pirámide nutricional, el sorgo es ahora considerado un superalimento, aunque ha sido ignorado en nuestra alimentación durante años en favor de otros cereales como la quinoa o el maíz. Hoy el sorgo aparece como el cereal estrella por su rica composición, sus múltiples beneficios y las posibilidades de utilización en numerosas recetas.
El sorgo pertenece a la familia de las gramíneas y es considerado una variedad del mijo. Fue cultivado durante mucho tiempo para alimentación ganadera y en biocombustibles. Su cultivo es el quinto más importante a nivel mundial entre los cereales y su principal característica, que lo diferencia del resto de cereales, es que no contiene gluten.
En cuanto a su composición destaca su aporte energético por su elevada cantidad de carbohidratos, lo que además le da un sabor dulce; su bajo contenido en grasas y su riqueza en minerales antioxidantes como el zinc. Además es un buen aporte de vitaminas del grupo B como la niacina así como de fibra, calcio y fósforo. Su bajo contenido proteico se compensa si lo combinamos con legumbres o leche.
El sorgo presenta amplios beneficios para nuestro organismo.
Podemos incluir el sorgo en nuestras recetas diarias. Aporta una deliciosa combinación con verduras frescas, hierbas o ensaladas, así como con otros cereales como el arroz o acompañando sopas y guisos.
Por su parte la harina de sorgo puede ser un sustituto parcial de la harina de trigo y se utiliza para productos horneados como pan, quesadillas, galletas, tortitas…
Aunque todavía no es fácil encontrar productos que contengan sorgo en los supermercados, sí podemos comprarlo en tiendas especializadas y herbolarios en forma de grano o harina de trigo.
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